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miércoles, 24 de octubre de 2012

Emmanuel y homenaje a Sylvia Kristel


“Deliciosa mujer, si existe un Dios en el cielo y es justo, vos debéis de ser la mujer más feliz de la Tierra, puesto que sois la más hermosa” (Juliette-El Marqués de Sade)

 La semana pasada escuche con mucha tristeza la noticia de la muerte de Sylvia Kristel, mundialmente conocida por ser la protagonista de la película erótica por antonomasia: “Emmanuel”
Siempre que hablo de cine y erotismo me viene a la cabeza esta película que desde la primera vez que la vi me marcó para siempre.
Era yo aun un adolescente cuando logré armarme de valor y comprar el vídeo con este mítico largometraje. Supongo que como a tantos y tantos espectadores de este film desde entonces Sylvia Kristel y Emmanuel fueron el mismo “objeto de deseo”.
Y esa fue la maldición de Sylvia, no poder escapar al personaje que dio vida y como consecuencia, también perder la suya en un ir y venir con las adicciones.
Muchas horas he pasado viendo esta película y masturbándome gracias esta imponente mujer que personificaba toda la sexualidad en sus formas. Con los años, perdí de vista el viejo vídeo y ahora con el DVD, he vuelto a verla ya con otros ojos muy diferentes a los aquellos primitivos ardores de pubertad. Pero la película me sigue resultando fascinante, más aún que entonces.
Eso si, recuerdo la cara de tonto que se me quedó cuando por primera vez vi la escena en la que una stripper oriental se fuma un cigarrillo con el coño...¡como olvidarlo!.
El erotismo es deseo, y por lo tanto el no enseñarlo todo, y en Emmanuel todo es elegancia , insinuación y belleza.(salvo precisamente la escena de la stripper)
Sylvia Kristel es un mito erótico imperecedero, pues en su cuerpo se representa el deseo oculto en la naturaleza humana; contrariamente a los pajilleros principios con que vi el film, las imágenes nos excitan no tanto por lo que se ve como por lo que nos hacen sentir y desear.
Resulta que en el ya lejano 1974 se concluyó la película  que representa el modelo del erotismo cinematográfico, y aunque alguna película posterior puede ser buena en el género, el modelo único es esa Emmanuel perdida en oriente y descubridora del sexo, del placer y de las perversiones.
Los mitos es lo que tienen, que una vez se erigen como tales son inalcanzables y cualquier comentario queda muy lejos de hacerlos justicia.
La persona de Sylvia Kristel ya fue sepultada en vida por Emmanuel, pero ahora en la muerte esta le concede la eternidad. Pasarán los años, los siglos y en esos ojos azules, en esos pechos firmes y bien torneados, en ese pubis insinuante, en la silueta perfecta de esa veinteañera  holandesa se resumirá lo que es el erotismo, el deseo y el placer.
Sentí una profunda tristeza cuando me enteré de la noticia de la muerte de esta actriz, hacia muchos años que como los juguetes rotos, poco interesaba más que como simple curiosidad lo que  acontecía en su vida.
Como dice la frase sadiana con lo la que abro el post, Sylvia hubiera merecido ser la mujer más feliz de la tierra, pero negros nubarrones tiñeron su vida hasta que hace una semana nos dejó. Sirvan estas líneas de sentido homenaje a la mujer... el mito no las necesita. 

3 comentarios:

  1. Es una pena que su condena haya sido el deseo de muchos, pero como bien dices el mito la mantendrá viva. Besos.

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  2. Nunca se es realmente feliz del todo...por más que uno se esfuerce, y más aún si además eres de sentimientos extremos, de pasiones excedidas, de hechos profundos....
    Creo que a todos nos impactó esa famosa escena ( y por qué no decirlo, es un placer retenerla en la retina de la memoria)
    Un placer estar aquí con usted.

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  3. Pues aunque parezca mentira abrió la mente a muchos jóvenes que la represión existente nos tenía amordazados.

    Descanse en Paz.

    Saludos

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