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viernes, 26 de octubre de 2012

Del Sexting o Sexteo

Sexting: Envió de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles u ordenadores.

Llevo tiempo queriendo escribir sobre este nuevo concepto sexual que ha saltado a la palestra pública  a raíz del “affaire” de la concejala Olvido Hormigos y la difusión de su video erótico.
Es curioso que al principio el termino sexting se aplicara a la los mensajes de texto de contenido sexual, para después conforme evolucionó la técnica, pasar a denominar el  envió de fotos y vídeos.
La modernidad pone en nuestras manos cosas que hace años eran impensables o de complicada ejecución. Por ejemplo, el simple hecho de tener una foto desnudo/a antes de la aparición de las cámaras digitales obligaba a pasar la foto por la vista indiscreta del operario de la tienda de revelado.
Yo mi primera foto tal cual Dios me trajo al mundo me la pude hacer gracias al regalo navideño de una cámara Polaroid.
Hoy no hay más limites que los que cada cual ponga, es ese el peligro que se corre, pues como suelo decir, la libertad hay que saber usarla ya que de lo contrario, puede llevar a más problemas de los apetecibles.
No voy a negar que puede ser muy excitante tener una foto de tu “chica” o de tu “amiga” desnuda o en poses sugerentes, o incluso tener un video en el que se inmortaliza una noche de “pasión y lujuria”, pero eso es lo complicado; la vida es un constante fluir y la que hoy es tu fiel amante, mañana puede ser tu más cruel enemiga.
Yo comparo la situación actual con la que se daba en los siglos XVIII y XIX con la correspondencia epistolar entre amantes. En aquel tiempo que una carta se hiciera pública representaba, sobre todo para la mujer, una auténtica tragedia, de forma que cuando una “relación” se malograba la aptitud más caballerosa por ambas partes era la destrucción o la devolución de las comprometedoras misivas.
Eliminadas las pruebas de lo que había sido, ya no cabía posibilidad de caer en la tentación de ponerlas en circulación. Evidentemente muchas veces esto no se hacia y aparecían chantajes y venganzas de lo más mezquinas. ¿A alguien le suena esta historia?
Pasan las épocas pero como dice la máxima latina: “Nihil sub sole novum” 
Ahora chantajes, venganzas y demás historias se suceden a costa de excitantes momentos inmortalizados para siempre en un móvil, en una web-cam o en una cámara digital.
El Sexting resulta muy excitante, pero el riesgo que supone realizarlo es más que alto. Yo me puedo acostar con “Futanita”, pero eso queda entre “Futanita” y yo, quedando almacenado en nuestros recuerdos. Pero si lo gravo y me interesa,  el mundo entero puede ser testigo de ese suceso, que “a priori” solo a mi y a ella interesa.
Me acuerdo que antes cuando se salía de fiesta, los recuerdos de aquellas noches locas, quedaban para los presentes, mientas que ahora siempre hay alguno dispuesto a aprovechar al coyuntura y dejar constancia gráfica de lo que no interesa a nadie.
Tenía pensado dar algunos consejos prácticos al respecto del uso del sexting pero el principal es que puesto que no sabemos donde estaremos mañana, es mejor prevenir que curar. Solo si se esta muy seguro de la otra persona puede uno arriesgarse a practicar este excitante juego. Cuando hablo se “seguro”, no me refiero a que la relación con esa persona, sea la que sea, este consolidada pues eso nunca es seguro, sino en que se puede confiar en la rectitud de esa persona ejemplificada en que destruirá realmente el material enviado si se lo pedimos.
La antiguas cartas al estar escritas de “puño y letra” tenían la ventaja de ser “incopiables” mientras que con nuestra técnica, uno con un clip de ratón puede tener las copias que quiera de lo enviado.
Yo desde luego no se si de ese “agua beberé”, pero trataré de evitarlo pues veo en ello muy poco placer en comparación con los inconvenientes que nos pude ocasionar un momento de excitación.
Una opción es que lo que se envíe no nos identifique pues  resulta curioso, pero es más comprometedor una pose erótica en la que no se enseña nada, que por ejemplo hacerse una foto solo de los genitales y mandarla; una polla o un coño no identifican a nadie a nivel general mientras que un rostro, siempre.
Un elemento importante es que, si no tenemos especial interés por el sexteo, es bueno que no provoquemos al otro para que la practique para nosotros.
Otra consideración es que si cada cual tiene material comprometedor, ambos materiales se anulan ya que si alguien hace uso impropio de ellos, el otro podrá también hacerlo del suyo. Esta bien confiar en la otra persona, pero da más confianza disponer de sus mismas armas en caso de necesidad, ya que de lo contrario, uno se encontrará en franca desventaja.
En este sentido, veo aún mucho machismo rancio, pues si se ve en un vídeo a  una pareja practicando sexo, el tío que sale suele ser visto como un “machote” y la tía como una “puta”. Simplemente creo que es por eso por lo que los tíos siempre son más proclives a enseñar esos vídeos y fotos que las chicas; al menos a nivel general.
En fin, se me quedan muchas consideraciones en el aire respecto al sexting o sexteo, pero creo que en lo fundamental he desarrollado mis pensamientos sobre esta práctica sexual de nuevo cuño e imparable desarrollo.  

jueves, 25 de octubre de 2012

El Beso de Marsella


“Bribona, tu boca me responde, tu lengua llama a la mía, la invita a la voluptuosidad” (Juliette-El marqués de Sade)

La verdad es que en pocas ocasiones tengo la suerte de estar ante el teclado y que aparezca una noticia tan hermosa y reivindicativa como esta:
“Julia y Auriane, de 17 y 19 años, se encontraron por casualidad en una manifestación convocada en la localidad francesa de Marsella en contra del matrimonio gay”
Dos chicas que no se conocían, y que han señalado que son heterosexuales, decidieron darse un beso en medio de una manifestación abiertamente hostil, que pretendía que los derechos de los gays y las lesbianas no fueran reconocidos.
La foto está dando la vuelta al mundo y bien que se lo merece; es un simple piquito pero lleno de significado.
Ese es el espíritu que siempre defenderé, el de las personas que actuando por principios y por encima de sus propios intereses, son capaces de actuar a favor de otros.
Dos chicas heterosexuales podían haber pasado por la manifestación sin pena ni gloria, sin embrago decidieron unirse para defender valientemente la causa contraria, que sin afectarlas directamente, si las afectaba moralmente.
Julia y Auriane, son hoy dos iconos y con su beso, han logrado una efectiva defensa de la causa de la igualdad; hombres o mujeres, gays, bisexuales o heterosexuales, todos somos personas y ciudadanos y por lo tanto tenemos que tener iguales derechos.
El “beso de Marsella”, desde luego es para muchos ya toda una inspiración.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Emmanuel y homenaje a Sylvia Kristel


“Deliciosa mujer, si existe un Dios en el cielo y es justo, vos debéis de ser la mujer más feliz de la Tierra, puesto que sois la más hermosa” (Juliette-El Marqués de Sade)

 La semana pasada escuche con mucha tristeza la noticia de la muerte de Sylvia Kristel, mundialmente conocida por ser la protagonista de la película erótica por antonomasia: “Emmanuel”
Siempre que hablo de cine y erotismo me viene a la cabeza esta película que desde la primera vez que la vi me marcó para siempre.
Era yo aun un adolescente cuando logré armarme de valor y comprar el vídeo con este mítico largometraje. Supongo que como a tantos y tantos espectadores de este film desde entonces Sylvia Kristel y Emmanuel fueron el mismo “objeto de deseo”.
Y esa fue la maldición de Sylvia, no poder escapar al personaje que dio vida y como consecuencia, también perder la suya en un ir y venir con las adicciones.
Muchas horas he pasado viendo esta película y masturbándome gracias esta imponente mujer que personificaba toda la sexualidad en sus formas. Con los años, perdí de vista el viejo vídeo y ahora con el DVD, he vuelto a verla ya con otros ojos muy diferentes a los aquellos primitivos ardores de pubertad. Pero la película me sigue resultando fascinante, más aún que entonces.
Eso si, recuerdo la cara de tonto que se me quedó cuando por primera vez vi la escena en la que una stripper oriental se fuma un cigarrillo con el coño...¡como olvidarlo!.
El erotismo es deseo, y por lo tanto el no enseñarlo todo, y en Emmanuel todo es elegancia , insinuación y belleza.(salvo precisamente la escena de la stripper)
Sylvia Kristel es un mito erótico imperecedero, pues en su cuerpo se representa el deseo oculto en la naturaleza humana; contrariamente a los pajilleros principios con que vi el film, las imágenes nos excitan no tanto por lo que se ve como por lo que nos hacen sentir y desear.
Resulta que en el ya lejano 1974 se concluyó la película  que representa el modelo del erotismo cinematográfico, y aunque alguna película posterior puede ser buena en el género, el modelo único es esa Emmanuel perdida en oriente y descubridora del sexo, del placer y de las perversiones.
Los mitos es lo que tienen, que una vez se erigen como tales son inalcanzables y cualquier comentario queda muy lejos de hacerlos justicia.
La persona de Sylvia Kristel ya fue sepultada en vida por Emmanuel, pero ahora en la muerte esta le concede la eternidad. Pasarán los años, los siglos y en esos ojos azules, en esos pechos firmes y bien torneados, en ese pubis insinuante, en la silueta perfecta de esa veinteañera  holandesa se resumirá lo que es el erotismo, el deseo y el placer.
Sentí una profunda tristeza cuando me enteré de la noticia de la muerte de esta actriz, hacia muchos años que como los juguetes rotos, poco interesaba más que como simple curiosidad lo que  acontecía en su vida.
Como dice la frase sadiana con lo la que abro el post, Sylvia hubiera merecido ser la mujer más feliz de la tierra, pero negros nubarrones tiñeron su vida hasta que hace una semana nos dejó. Sirvan estas líneas de sentido homenaje a la mujer... el mito no las necesita.