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domingo, 21 de agosto de 2011

Inmoralidades


“¡Temías la locura de la inmoralidad! Pues bien, follando, mi querida, es como permanecerás en la memoria de los hombres” ( Filosofía en el tocador-El Marqués de Sade)

Por casualidades de la vida esta mañana di en poner la radio justo cuando un sacerdote que participaba  de la misa Papal señalaba: “Los jóvenes que han participado en el JMJ han mostrado una gran urbanidad; tras de si no han dejado ni basura, ni condones, ni litronas...”
Como buen seguidor de Voltaire no seré yo quien censure las actividades de cualquier secta religiosa que decida celebrar culto, pero estas absurdas pretensiones de “superioridad moral” me irritan profundamente.
Definitivamente si Dios es tal cual lo pintan estos “santos”, yo me bajo al infierno a divertirme un rato. (Prefiero una orgía infernal que una acampada celestial) 
Creo más sensato con todas sus exageraciones el ateismo materialista de Sade,  pues presuponer que hay un Ser que se preocupa de nuestra actividad sexual es suponer mucho.
Si a los peregrinos del JMJ no les gusta ni  follar ni beber, me parece estupendo, pero igual de bien me parecería si en la responsabilidad personal de cada uno, decidieran follar y beber durante estos días. ¿Puede haber alguna superioridad moral en este hecho?.
Opino que no hay ninguna, yo como Kant considero que: “Todo lo que, aparte de la buena conducta de vida, se figura el hombre poder hacerse agradable a Dios es mera ilusión religiosa y falso servicio a Dios”.
Actúa con bondad, no hagas daño a los demás, y ayúdalos en lo que puedas...pero lo que hagas en la cama y como te diviertas, si respetas esto,¿puede ser tan terrible?.
Estoy cansado de ver ejemplos de castos hombres y virtuosos hipócritas que cuando salen de la iglesia se dedican a jorder al prójimo, no es en las rodillas donde esta el sentido trascendente de la existencia.
El ateo, el agnóstico y el creyente están en igualdad de condiciones respecto a la conducta debida. Si el ateo decide matarse a pajas o el creyente decide morirse a base de ayunos es cosa de su particular locura.
He decidido que nunca más voy ha aceptar la “superioridad” de nadie; y menos que nadie, de unos sacerdotes presuntamente castos que en ocasiones deciden montárselo  en los seminarios.
Participar en una orgía, acostarse con zutanita o ser homosexual no significa nada desde el punto de vista de una verdadera moral racional. Ser mala persona y hacer daño conscientemente a los demás si lo es, aunque seamos castos y no bebamos ni una gota de alcohol. 
Los católicos se llenan la boca condenando el presunto “relativismo moral” de una sociedad que no sigue ciegamente sus igualmente “relativas” normas.
Es curioso que en la época de la ciencia, donde el hombre ha descubierto tantas cosas y a desarrollado de manera sobresaliente la tecnología, el ser humano se encuentre perdido en el mar de lo desconocido sobre las cuatro grandes preguntas: ¿qué puedo saber?, ¿qué debo hacer?, qué me está permitido esperar? y ¿qué es el hombre?.
Quizás deberíamos pensar menos, y como dice la frase del Divino Marqués que introduce este post, pasar a la posteridad follando...