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lunes, 9 de abril de 2012

La Homofobia y el obispo de Alcalá de Henares

“El clericalismo es pues, la constitución de una iglesia en cuanto en ella rige un servicio de fetiches, lo cual  se encuentra en todas partes donde la base y lo esencial no lo constituyen principios de la moralidad, sino mandamientos estatutarios, reglas de fe y observancias” (Immanuel Kant)

En mi anterior entrada ya comentaba que en lo relativo a religión y moral no admitía por parte de los católicos ninguna superioridad sobre los que no lo son, y muchos menos que ellos tuvieran las llaves de la “salvación”.
Y entonces llego el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plá, y cargó contra la homosexualidad en los oficios de Viernes Santo retransmitidos además por televisión española.
Este individuo dijo sin ningún rubor:
"Quisiera decir una palabra a aquellas personas llevadas por tantas ideologías que acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana. Piensan ya desde niños que tienen atracción hacia las personas de su mismo sexo y, a veces, para comprobarlo se corrompen y se prostituyen o van a clubs de hombres nocturnos. Os aseguro que encuentran el infierno"
Lo peor no es que dijera semejante barbaridad, es que verdaderamente la dice porque se la cree, y esa es la doctrina mayoritaria de eso que damos en llamar iglesia. No tengo dudas de que si Jesucristo regresara a la tierra y viera lo que han montando entorno a sus enseñanzas no dudaría en tomar un látigo e irse derechito al Vaticano.
¿Cómo es posible tanto fanatismo, tanta sinrazón?. Si por ser homosexual uno es condenado al infierno, yo aunque no lo soy, me solidarizo y también pido ese privilegio; prefiero vivir junto a gentes libres que viven plenamente su sexualidad que rodeado de gentes de “OPUS DEI” que se escandalizan con solo ver un desnudo.
Yo me considero moral y espiritualmente bisexual, aunque mis preferencias sean heterosexuales, pero desde siempre he respetado a los que sienten una atracción por gentes de su mismo sexo. En alguna de mis entradas menciono que una de mis fantasías es hacer un trío junto a dos lesbianas; de esta forma si no existiera la homosexualidad, habría que inventarla solo para admitir este sueño. Por otro lado los homosexuales que tengo el gusto de conocer me parecen personas maravillosas, y lo que ellos hagan en su cama como lo que yo haga en la mía, no incumbe a ningún obispo retrógrado.
La iglesia ha perdido hace mucho la carrera del progreso y afanada como está en mantener unos planteamientos completamente obsoletos, está en manos de unos integristas que  la llevan directamente a trasformarse en  una institución minoritaria dentro de una sociedad plural que ya no admite coacciones.
Cualquiera que se pase por una iglesia puede observar que la media de edad de los feligreses supera los 70 años, con lo cual, en poco tiempo los “usuarios” de sus servicios habrán desaparecido.
Lo que no ha perdido la iglesia es su posición de poder, pues aun tiene fuertes asideros donde afianzar sus privilegios, pero a la decadencia social sucederá inevitablemente esta.
¿Es tan malo que una persona disfrute libremente de su sexualidad?. ¿Qué razón tiene dar tantísima importancia a la represión de la libertad sexual por parte de personas “a priori” célibes?.
Amo demasiado la libertad en todos los ámbitos para entender que aun haya personas que traten de imponer sus principios a otras mediante la superstición y el adoctrinamiento. La diferencia en entre ese obispo y yo es que yo respeto sus opiniones aunque me parecen una barbaridad pero el desprecia las mías y desde luego no las respeta.¿Cuándo entenderemos que hay que respetar las diferencias y que sin ellas no hay libertad?
De todas formas no quiero terminar esta entrada sin declarar que mis criticas hacia la iglesia se circunscriben sobre todo a su jerarquía, pues la iglesia de base esta realizando una indudable labor social en estos tiempos de crisis, y desde luego, no se merece estos “burros” como pastores de su rebaño.