“Negar el sexo es negarnos a nosotros mismos” (El marqués de Sade)
En mi anterior post usé como sinónimo de sexo mediocre, mecánico e insatisfactorio la expresión “sexo zombi”
Que nadie lea pues este texto en busca referencias a la gran serie "Walking Dead" o temas relacionados con los necrófilos; aunque en cierta forma este asunto da más miedo.
Es evidente que en temas de sexo los zombis abundan más de lo que nos creemos si bien en lugar de comer cerebros se limitan a romper ilusiones, crear insatisfacciones, espantar el placer y hacer niños
Hará un mes que vi un reportaje de lo más aleccionador en el que aparecía una mujer de unos 37 años con una niña de 5 que acudía a una prestigiosa sexóloga con la intención de descubrir lo que es un orgasmo. Sexo evidentemente había tenido, pero salvo que fuera un caso de disfunción sexual, muy normal no era aquello.
¿Cuántas parejas aparentemente perfectas con hijos, incluyen mujeres que no conocen lo que es el placer sexual?
Quizás en tiempo de nuestras abuelas, cuando un tupido velo de ignorancia cubría todo lo relacionado con el sexo estas cosas pudieran tener una justificación, pero...¡en pleno siglo XXI!
Creemos que estamos en un mundo avanzado pero a cada paso vemos que detrás de las luces, hay muchas sombras; el miedo a decir las verdades, a reconocer los problemas y a darles solución.
En el reportaje, la mujer con ayuda de la sexóloga y un vibrador llego a tener un orgasmo y desde entonces, por lo que señalaron, disfruto de un nuevo universo sexual plenamente unido al placer.
Yo no entiendo como hay hombres que consideran sexo el penetrar a una mujer, en el mejor de los casos durante cinco minutos, y después de correrse dar el acto por terminado. ¿ Es eso sexo? . Precisamente esto es un caso clarísimo de lo que yo defino como sexo zombie, un sexo propio de muertos vivientes sin más razón que un egoísmo enfermizo y un sometimiento absurdo por parte de la mujer.
A los hombres que se vean reconocidos en el párrafo anterior les recomiendo que cuanto antes se compren una muñeca hinchable y de esta forma ahorren tiempo, dinero y de crear mujeres insatisfechas y afectivamente frustradas.
Después algunos se escandalizan del indudable éxito de los vibradores entre el público femenino, nada mejor que saber que se llegará hasta el final mientras duren las pilas.
El tiempo del sometimiento sexual de la mujer al hombre debemos darlo por concluido pero no solo de palabra y pensamiento, también de acción.
Nuestra cultura judeo-cristina, durante casi 2000 años se ha dedicado a considerar el sexo como algo “intrínsecamente malo” y solo aceptable desde el punto de vista reproductivo, y aún hoy somos víctimas de este pensamiento.
Resulta curioso que unos señores “a priori” célibes se consideren con derecho de dictar normas a los sexualmente activos, incluso pretendiendo saber de lo que hablan.
Estoy cansado de tanto sometimiento a prejuicios absurdos, a limitaciones intolerables y normas ridículas; el sexo tiene como finalidad principal el placer y la diversión, por lo tanto, el sexo en pareja o en trío o en ... no tiene otra finalidad que el compartir ese placer y esa diversión. Uno no es más virtuoso por hacer tal o cual practica sexual.
Dejemos de “divinizar” o “demonizar” el sexo; como parte de cada uno de nosotros es una forma de relacionarnos con el mundo y con los demás, simplemente hagámoslo accesible y disfrutémoslo. Yo en una mujer busco una compañera sexual, no una muñeca, ni un juguete.
Si alguna mujer víctima del sexo zombie lee estas líneas, me permito aconsejarle que cuanto antes hable con el zombie y juntos retornen a la “vida sexual”, de lo contrario, mejor prescindir del zombie y cambiarlo por un hombre o un práctico vibrador.