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sábado, 30 de junio de 2012

Siempre el mismo día (One Day)

“Fue un día memorable, pues obró grandes cambios en mí. Pero ocurre así en cualquier vida. Imaginémonos que de ella arrancáramos un día especial y pensemos en lo distinto que podría haber sido su curso. Deténgase el lector y piense por un momento en la larga cadena de hierro o de oro, de espinas o flores que, de no ser por la formación del primer eslabón en un día memorable, jamás le hubiese atado.” ( Grandes esperanzas-Charles Dickens)

El lunes recibí un regalo que hoy trasformo en post y en el que he estado perdido durante 24 horas seguidas, el libro: “Siempre el mismo día”.(Hay una película pero confieso que por ahora no la veré para no estropear las sensaciones e impresiones de mi corta e intensa lectura.)
En un principio uno se puede pensar que está ante el típico libro “pastelón” en plan literatura románticona; pero si bien el romanticismo esta claramente presente en el libro es un ingrediente más de un coctel muy sabroso que parte de una idea genial; contarnos la vida de los protagonistas durante un día concreto del año a lo largo de más de 20 años.
Cada 15 de julio se nos pone en situación, hay muchos años en los que los protagonistas se encuentran y otros en los que no, pero el autor nos pone en situación y nos permite saber como han pasado el año de ese día.
Toda la trama se inicia un 15 de Julio de 1988 en el que Emma y Dexter se enrollan durante la noche de su graduación. Un rollito que podría haber terminado esa misma noche pone en marcha la maquinaria del destino; los eslabones de la cadena.
En realidad esa es la verdad de la vida y a todos nos ha sucedido; que un día determinado, normalmente de forma imprevista, marca el devenir de nuestro futuro si no por una vida, quizás por unos meses. En el tema amoroso esto es más evidente pues lo aleatorio del encuentro con esa persona que a la postre será importantísima para nosotros, siempre da mucho que pensar: Y si aquel día no hubiera ido a la fiesta de C... y si aquel día no me hubiera tomado un café en F... o no hubiera acudido a la reunión de E...; nunca hubiera conocido a P y por lo tanto la cadena nunca se hubiera iniciado.
Por otro lado, el libro esta lleno de pequeñas grandes reflexiones sobre la vida y las relaciones humanas, alguna de las cuales no he podido sustraerme a apuntar; me resultó cómico verme leyendo un día entero una novela “romántica” con un cuaderno de notas al lado, pero ahora las pequeñas joyas que he apuntado puedo compartirlas.Cada una merecería una larga disertación y muchas, cualquiera las podria poner en su propia  boca.

  • “Se habían instalado en la exasperante familiaridad de la amistad”
  • “La verdad es que yo tengo un dinero que no me he ganado, mientras que tú trabajas mucho y no tienes dinero”
  • ¿Tú crees que es verdad lo que dicen, que a las tías les gustan los cabrones?
  • “Cena, acuéstate conmigo , enamórate y te prometo años y años de material de primera como el que estás oyendo”
  • “Le quiero, pensó; lo que pasa es que no estoy enamorada; y que tampoco le quiero. Me he esforzado en quererle, pero no puedo. Me estoy montando la vida con un hombre a quien no quiero , y no sé cómo arreglarlo”
  • “Qué les ha pasado a sus amigos?. Con lo divertidos que eran antes, les encantaba salir, eran sociables, interesantes... Pero ya son demasiadas noches sentada con parejas pálidas, irritables y ojerosas, en cuartos malolientes, maravillándose de que el bebé esté creciendo , y no menguando, con el tiempo”
  • “Pero mirar a alguien, sin más; estar sentado, mirando y hablando, hasta darse cuenta de que ya ha amanecido...Hoy en día, ¿quién tenía tiempo, ganas o energía de pasar la noche en vela? ¿De qué hablar?

Y por último destacaré un párrafo que nos dice como entiende la vida la protagonista y que yo suscribo palabra por palabra:

  • “Vive como si cada día fuera el último”, era el consejo convencional, pero a ver quién tenía fuerzas para eso. ¿Y si lleve o te duele la garganta? Francamente, no era práctico. Mucho mejor, con diferencia, esforzarse por ser buena, valiente, audaz y aportar algo. No exactamente cambiar el mundo, pero sí la pequeña parte que nos rodea. Echarse a la calle con su pasión, su máquina de escribir eléctrica y trabajar duro...en algo. Cambiar vidas a través del arte tal vez. Cuidar las amistades, ser fiel a los principios, vivir apasionadamente, bien, con plenitud...Experimentar cosas nuevas. Querer, y ser querida, si se tiene la ocasión”

Lamento que esta entrada este resultando un poco "sentimental”, pero no solo de sexo puede vivir el hombre, y la vida y las relaciones considero que pueden ir mucho más allá del simple placer físico.
Quizás lo fácil sea o bien refugiarse en el sexo puro y duro, o en un sentimentalismo utópico y lánguido lejos de toda realidad; lo difícil es ser lo suficientemente realista y valiente como para ver las cosas del mundo que nos rodea y buscar en él una felicidad razonable. Felices son los que sientan que tienen una "Emma" a su lado pero tambien lo pueden ser quienes no pierden la esperanza de encontrarla. Tampoco es raro, como bien nos trasmite la novela, que la "persona ideal" esté justo a nuestro lado pero seamos lo suficientemente estúpidos para no darnos cuenta, o tan cobardes como para no hacerlo notar; de tanto ver en la oscuridad muchas veces no vemos en la luz.
No se trata de buscar el hombre o la mujer perfectos, no se trata de tener el mejor trabajo, ni tener mucho más dinero....se trata de ser feliz con lo que se tiene, con lo que se hace, con el ser que nos acompaña y al que sentimos a nuestro lado.
Para alguien que como yo, cree en el destino y que los acontecimientos normalmente no son aleatorios, este libro ha resultado un verdadero elixir; hasta la forma en que ha llegado a mis manos esta novela confirma esta creencia. Es difícil acertar cuando se regala un libro, pero cuando se acierta, no hay regalo más hermoso en este mundo y denota la sensibilidad y el conocimiento de la persona que nos lo regala.
Recomiendo la lector de este post el libro que nos ocupa, pues dentro de su generó  es original y además está muy bien escrito; quizás es extenso (478 paginas ) pero no se hace pesado..
Respecto al final, no quiero destriparlo, pero me resulta plenamente satisfactorio y es el que da redondez a la historia, pese a que a más de uno se le pueda escapar alguna lágrimita.  

“A veces uno es consciente de cuándo están produciéndose los grandes momentos de su vida y a veces los descubre al mirar al pasado. Tal vez suceda lo mismo con las personas” (Quemar los días-James Salter)