Seguidores

jueves, 27 de diciembre de 2012

Los rituales de fin de año o "Buscando un Beso a Medianoche"


Durante años trabajé en un videoclub y en noche vieja siempre trataba con la que yo consideraba mi gente. Almas vapuleadas que odiaban el esplendor de esa noche, que preferían regodearse en la autocompasión silenciosamente y en privado emborrachándose de romanticismo ficticio y desengaños propios y agenos. Ese era yo, un tipo solitario, triste, esperando que terminara la noche, pero... a veces te hundes tanto que ya no eres capaz de seguir adelante.”(Buscando un beso a medianoche)

Para escribir la última entrada del año no he encontrado tema más inspirado que el que siempre me sugiere la película “Buscando un beso a medianoche”, una película de cine independiente estadounidense dirigida en 2008 por Alex Holdridge con medios escasos y mucho talento.
El tema es más que propio para estas fechas pues trata del tradicional beso que justo en el cambio del año se dan las parejas en EEUU; será tema de carácter, ellos empiezan el año con un beso y nosotros con doce uvas...
Queda muy bien reflejado el sentido de este beso de medianoche en la siguiente frase que extraigo del film:

El beso de medianoche, no es un beso cualquiera. En el se concentran las esperanzas y el romanticismo de todo el año. Y ese beso super valorado que requiere tantas llamadas, sms, planificación, prisas y copas para que se haga realidad se da en un momento en el que el tiempo salta a la palestra. En el que se hacen evidentes el peso del año que entra y las oportunidades perdidas del año que se deja atrás.

Así en estos días en USA es cuando más éxito tienen las páginas de contactos y demás medios por los que los “solitarios” buscan alcanzar en un último y desesperado intento, su “beso”.
Me gusta la idea de que un beso resuma un año y empece el siguiente, pues hay mucha verdad en un beso, como muy bien lo definió Alfred De Musset : “Un beso es el contacto de dos epidermis y la fusión de dos fantasías”. Para que perdernos en palabras si todo lo podemos resumir en un beso.
Pero por otro lado, este asunto de aparente intrascendencia no deja de tener un reverso muy amargo para los que solo pueden besarse a si mismos, esos de los que habla el texto de abre esta entrada.
Siempre he considerado que el hombre es un animal de símbolos y que si bien me parece aceptable guiarse por ellos, no se debe caer tampoco en un ritualismo vació o en la frustración de su ausencia.
Habrá hermosos besos de medianoche de amor y sentidos, pero ello no nos puede impedir ver que también habrá “besos de medianoche” vacíos y sin ilusión, con lo cual, también puede resultar más amoroso besarnos a nosotros mismos.
En estos días muchos nos perdemos en un cierto hedonismo descontrolado mientras pensamos en los “buenos propósitos” que consideramos necesario establecer para el año que viene; esos que el día 3 o 4 de enero se van a la porra, salvo algunos “virtuosos” que los conservan hasta mediados de mes.
Con el año nuevo se deja de fumar, de beber, de comer, alguno hasta de follar...otro empezará su vida sana y deportiva...Pero en realidad empezamos el año metidos en un furor de cotillones, fiestas y bares que en si mismo contradicen todo lo anterior.
Nuevo simbolismo, si no empiezas el día del año con una resaca de caballo es que no lo has celebrado bien; y encima toca “soportar” la comida opípara que la familia celebra el día uno y para la cual tu estómago ni está, ni se le espera...
Hace unos días vi un mensaje muy bueno en el que se decía: “Mi deseo para estas Navidades es dormirme el día 23 de diciembre y despertarme el 7 de Enero”. Sería tema para un “Cuento de Navidad” el traer un extraterrestre antropólogo a la tierra y que analizara las barbaridades de todo tipo que los humanos hemos ritualizado para estos días.
Yo reconozco que soy el primero en someterme a esta “normativa” de ritos y costumbres y que seré el primero en atragantarme comiendo las uvas, pero no es menos cierto que mi sentido de la ironía también me lleva a disfrutar internamente del cúmulo de despropósitos de veo a mi alrededor; quizás después de todo tengo vocación de “extraterrestre antropólogo”.
No quiero terminar este último post del año sin desear una muy feliz entrada y salida de año, y si podéis, después de sobrevivir a las uvas, no dejéis de dar un “beso de medianoche”.

¡Feliz y Prospero 2013!

lunes, 24 de diciembre de 2012

¡Felices Fiestas!

Aprovecho esta felicitación de Navidad para agradecer a todos los que han participado, leído o seguido este Blog. Sin vosotros hace mucho que habría tirado la toalla y  pasado al mundo del silencio. GRACIAS A TODOS y mis mejores deseos de FELICIDAD para estos días.