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viernes, 8 de julio de 2011

Carta a un Viajero para Avalón


Querido y estimado Viajero:

Seguramente cuando leas estas líneas hará ya algún tiempo de tu partida hacia las soñadas tierras de Avalón, un viaje tan peligroso y duro como heroico.
Viajar hacía lo desconocido es siempre desconcertante, pero si logras alcanzar  con éxito tu objetivo, todo sufrimiento habrá sido pequeño en comparación con la recompensa hallada. Yo, que vivo encadenado soportando insidias, vejaciones y sometimiento no puedo dejar de alentar tu camino. Avalón es un sueño de vida y de libertad al que debes encaminar todos tus esfuerzos, tanto los materiales como los del espíritu pues una vez emprendido este viaje, bien sabes que el fracaso significa la nada.
El que te escribe las presentes líneas ya no es más que un triste fantasma sin más esperanzas que las de saber de tu llegada con éxito a la nueva vida. En la Isla de las Brumas, parte de mí vivirá en ti y mi extinción no habrá sido en vano.
La abulia y la pereza te seducirán para que naufragues, pero si eres fuerte, a estas alturas del viaje sabrás como someterlas para tornarlas en esfuerzo y perseverancia. No vuelvas la vista al pasado pues nada de interés queda ya en él, mira al presente, al día a día y que tu imaginación sueñe con el futuro.
Viajero, aquí ya no queda nada, tan solo desesperación y decadencia, restos de antiguos fuegos que no fueron y nunca serán, calor frio y fatuo.
En tu destino se encuentra la verdad, pues quien alcanza la libertad mediante si mismo y su propia dedicación no tiene deudas que satisfacer ni ingratitudes que cometer; ya no habrá temor en tu vida, solo ilusión y felicidad. El miedo es la mayor de las cadenas que nos hace esclavos de nosotros mismos e impide materializarse a las libres ansias del espíritu.
La austeridad y restricciones que mi vida soporta no nacen de mí y no son consecuencia de los deseos de mi alma, nacen del miedo de un espíritu cobarde incapaz de mirar al cielo. Yo ya solo puedo aspirar a la tranquilidad de los cementerios o ha disfrutar de tu luz en Avalón.
Amigo, tu que puedes, disfruta cada instante de tu viaje hacia la libertad, esa lucha ya por si misma te hace libre y aunque perezcas en el camino, habrá merecido la pena morir en esta digna empresa. Tu miseria es una miseria guerrera, tus sufrimientos y padecimientos diarios lo son de hombre libre, el dolor de tu alma es el dolor de aquellos que aspirar a renacer, tu soledad casi absoluta es la soledad del viajero antes de alcanzar la feliz meta... Un segundo dedicado a caminar hacia Avalón es un segundo maravilloso que no se consumió en vano; una bella flor  en el altar de los sueños y la felicidad.
¿Qué le puede señalar un alma sumergida en la tinieblas a otra que camina hacia la luz?.
Yo soy una pútrida laguna que en un tiempo disfruto de cristalinas aguas pero a la que su propia quietud llenó de podredumbre; tu ahora eres un naciente arrollo que busca desaguar en una nueva corriente para llegar al mar. Solo puedo desear con toda mi alma el éxito de tu formidable empresa.
No quiero causarte distracciones absurdas e innecesarias, pero he creído oportuno adjuntarte en la presente carta una estampa del amor, no como algo real sino como un aliciente más en la lucha que te dé mayor determinación en mirar hacia delante sin perder el tiempo en mirar hacia atrás. Puede que el amor esté tan distante de ti como Sirius de la Tierra pero con sus luminosos anhelos puede ayudarte a alcanzar la Luna; el primer lugar donde los sueños se hacen realidades.
Sostén en tu viaje tu mente por la libertad y el corazón por el amor, entonces tu meta, por difícil que esta sea, será siempre posible .
Viajero, sueña, sueña cada noche mientras cada día luchas por acercar tus sueños al mundo; hacer los sueños realidades no depende enteramente de nosotros, pobres mortales, pero es nuestra responsabilidad hacer lo posible por ello.
Tu batalla es la de aquellos que encadenando error tras error aspiran a tener ante si una última oportunidad, una definitiva absolución donde un nuevo nacimiento nos dignifique para siempre. Para llegar a Avalón deberás enfrentarte a tus miedos, perdonar tus errores y puesto frente a frente con el destino, determinar la dirección a la que quieres dirigir la vida.
Si no alcanzas las doradas arenas de las playas de Avalón aquí ya no habrá  esperanza, pero tu recuerdo siempre será el de un héroe que pudo levantar su mirada clara a las estrellas y gritar:¡Allá voy!
Desde estas líneas te deseo lo mejor, pues tu lucha es la de todos los que un día soñamos con el amor y la libertad y fuimos sepultados por la cruel realidad; pobres victimas de nuestras dudas y errores.
Un fuerte abrazo de tu más fiel amigo:
                                                               Tu Mismo
“En el corazón de todos los inviernos vive una palpitante primavera, y detrás de cada noche, viene una  sonriente aurora” (Khalil Gibran)


miércoles, 6 de julio de 2011

La importancia de la impotencia


“Daos prisa con vuestras demostraciones, señora, pues no puedo contenerme más. Voy a descargarme, muy a pesar mío, y este terrible miembro, reducido a la nada, no podría ya servir para vuestras lecciones.” (Filosofía en el Tocador-El marqués de Sade)

Después de mucho tiempo, la enfermedad decidió hacerme una visita aunque gracias al Gelocatil y a los antibióticos ya estoy casi plenamente repuesto; no obstante,  durante mi convalecencia, encontré en mi cuerpo el tema que en las próximas líneas voy a tratar.
Si hay un asunto sexual que genera en el hombre miedo y vergüenza ese es el relacionado con la impotencia; la semilla del mal cuando el sexo es tratado simplemente como grosera genitalidad. Nunca en la historia de la humanidad ha tenido el hombre a su disposición tal cantidad, y tan variada, de medios para disfrutar de su sexualidad y satisfacer sus apetitos sexuales que en la actualidad, pero no es menos cierto que en la practica general, la mayoría de la población esta anclada en la pobreza de los tiempos pasados.
El sexo es muchísimo más que el simple acto sexual, pero en la sublimación del coito parece estar empeñada nuestra sociedad y sus altavoces mediáticos. Antes, al carecer de los actuales medios de anticoncepción en las clases cultas la imaginación trabajaba para buscar formas de placer que no llevaran necesariamente el semen a la matriz; hoy el riesgo de embarazo no se considera aunque existe,  pero tanto las clases altas como la más bajas han confluido en considerar el coito como la culminación del acto sexual. Es decir, en esta simplificación no hay sexo sin penetración.
En este contexto social es evidente que la “impotencia” supone la total postración sexual de quien la sufre; si la polla no se te pone tiesa, sexualmente no vales nada.
¿Cómo nuestra brillante sociedad ha llegado a conclusiones propias de la Edad Media?. ¿Acaso el fin del sexo sigue siendo la concepción?. ¿El no tener una verga dura incapacita para dar y recibir placer?.
Con esta presión social no me extraña que muchas veces una simple impotencia coyuntural  pueda trasformarse en una impotencia duradera gracias a los fantasmas creados en la mente del hombre.
No me avergüenza señalar que hoy aun no estoy plenamente restablecido y por ello soy “stricto sensu” impotente; mi polla flácida recuerda los tiempos de su niñez mientras mi espíritu alumbra la pervertida imaginación que genera la castidad.  Perder la capacidad de erección significa perder un pequeño elemento dentro de la capacidad general que la sexualidad nos ofrece; y aunque es deseable tener el “arma” en perfecto estado de revista, el mundo no se acaba en ello.
Psicológicamente es una liberación relativizar en el sexo la genitalidad en favor de la sensualidad, abrir el campo de juego a un mundo casi infinito de sensaciones corpóreas, más allá de los genitales.
Las mujeres creo que en este aspecto están menos embrutecidas y entienden el sexo más como un todo de sensaciones y placer que como un singular acto de penetración y eyaculación; quizás porque durante siglos han sufrido la tiranía del falo padeciendo los perjuicios del sexo ( ETSs y embarazos no deseados) y ninguno de sus placeres.
Incluso ahora, muchas mujeres padecen en silencio una profunda satisfacción sexual sintiéndose incluso culpables por no sentir el placer que se supone que deberían sentir.
Vivimos la era de la “rapidez”, de la satisfacción inmediata, sin entender que el placer no está solo en el fin, está en disfrutar plenamente el camino que lleva a ese fin.
Yo entiendo que lo importante y lo maravilloso del sexo está en dar y recibir, en sentir y trasmitir; mi placer no es más importante que el de la otra persona, pero tampoco lo es menos.
Esta mañana mi polla dio algunas señales de vida, pero tanto hoy, como ayer, como hace un mes, con independencia de la verga, me siento un ser sexualmente pleno. Como suelo decir, el órgano sexual más importante del hombre no son su genitales, es su mente; ¡qué triste sería hacer depender nuestra integridad sexual de una polla tiesa o flácida!
Mi opinión puede resultar chocante y minoritaria en relación con la generalidad, pero siempre me resulta más hermoso ver el bosque, que un simple árbol. 



lunes, 4 de julio de 2011

Orgullo Gay


“Por inspiración de la naturaleza o por lo que se quiera, la señorita de Villebranche detestaba a los hombres y entregada en cuerpo y alma a lo que los castos oídos entienden por la palabra lesbianismo, no disfrutaba más que con las de su propio sexo”
     (La estratagema del Amor-El marqués de Sade)


Este fin de semana se ha celebrado el “Día del Orgullo Gay” y me gustaría aprovechar esta circunstancia para poner negro sobre blanco algunas reflexiones sobre el tema.
Parto de considerar la libertad absoluta que el hombre tiene a la hora de determinar la forma de ejercer y disfrutar su sexualidad lejos de tiranías religiosas y discriminaciones sociales; el sexo libre entre hombres o entre mujeres es igual de “digno” que el que practican  los heterosexuales.
En relación a la polémica pasada sobre si los homosexuales tienen o no derecho a casarse no encuentro ninguna objeción válida para negárselo; si el matrimonio en el fondo es un contrato entre personas, ¿qué problema hay en que se firme libremente por dos hombres o por dos mujeres?.
Algún día me meteré a hablar sobre el terrible daño que la moral judeo-cristiana ha causado durante siglos al natural desarrollo de la sexualidad, emponzoñando la sociedad con prejuicios y miedos absurdos.(Si masturbarse produce ceguera, lo raro seria encontrar a alguien con vista)
Aunque pueda parecer lo contrario, aún hoy en día el yugo de esta terrible superstición y perjudicial moralina nos sigue influyendo y atenazando.¿Qué daño causo a la sociedad si en lugar de acostarme con una mujer lo hago con un hombre?.¿Qué Dios puede ser tan fatuo como para condenarme eternamente por amar con todo mi corazón a un ser hermano con independencia de su sexo?.
En los dogmas más absurdos se parapetan las más terribles aberraciones, y ese agua ponzoñosa se ha visto en muchos seminarios, donde los “paladines de la doctrina” se aplicaban al crimen más terrible: el abuso de menores
Yo mismo, antes de definirme sexualmente pensé en si la homosexualidad era o no un terrible crimen moral, una perversión propia de degenerados. Pero las luces del pensamiento muy pronto me llevaron a descartar estas ideas y a no sentirme culpable de disfrutar del sexo con otro hombre.
Curiosamente mi primera practica sexual, a los 13 años, fue un inocente juego con cuatro compañeros del colegio y nuestras “colitas”, mientras que el sexo con una mujer no llego hasta los 19.
Desde el punto de vista de la naturaleza, el sexo es verdad que tiene un finalidad reproductiva, y sin entrar en más consideraciones, pensar que la heterosexualidad es lo“natural”, podría ser defendible. Pero el hombre es un animal racional, de forma que la simplificación anterior solo puede ser defendida de forma dogmática por instituciones como el Vaticano, ya que basta el más mínimo análisis para ver lo pueril de este razonamiento. Practicar el sexo con condón, o una penetración anal con una mujer es igual de estéril para la procreación que hacerlo con un hombre, desde este punto de vista seria igual de “antinatural”.
Si lo analizamos desde la perspectiva del placer sexual y la razón, la conclusión lógica nos lleva a considerar al hombre como un ser bisexual que conforme a sus personales gustos es libre de optar por seguir siendo bisexual, o bien optar por la heterosexualidad o la homosexualidad.
Aunque mis experiencias homosexuales no han sido muchas puedo decir sin temor que he disfrutado de las mismas igual que con las heterosexuales, incluso más, dadas las novedades que las prácticas homosexuales han supuesto para mí.
La mejor mamada que me han hecho en mi vida me la hizo un hombre, y es normal, pues por mucho que me aplique, reconozco que yo nunca podría “comer un coño” igual de bien que una mujer, pues ella juega en “campo propio” como yo lo hago al chupar una buena verga.
En el campo de la razón, el hombre como ser racional no puede limitar “a priori” sus afectos respecto a un sexo o a otro; ¿si me enamoro de un “alma hermana” que más me da que esta sea de un hombre o de una mujer?, ¿acaso no venimos de un mismo lugar y nos dirigimos al mismo final?.
Como se puede ver, me posiciono abiertamente en el campo de la total libertad del hombre a la hora de definirse y disfrutar de sus singulares tendencias sexuales. Si bien genéricamente me declaro bisexual y mi culo ya no es virgen, me considero heterosexual; igual que aunque me gustan muchos colores, mi preferido es el azul.
Socialmente parece que las cosas poco a poco están cambiando y sin ir más lejos, hace unas semanas cuando caminaba por la calle vi a unas jovencitas paseando cogidas de la mano mientras se hacían arrumacos y se besaban; no tenían más de 16 o 17 años pero pensé que dos lesbianas de 30 años en idénticas circunstancias no se atreverían a mostrar aquel natural descaro que me pareció tan encantador.(mis fantasías sexuales como las de muchos hombres, giran entorno a las lesbianas)
Es un pequeño consuelo ver que, en una sociedad enferma en que cada vez se limitan más las libertades individuales de los ciudadanos, en el campo de la indemnidad sexual, algo se ha avanzado.