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lunes, 18 de junio de 2012

La Prostitución


“Los hombres tienden a desear una mujer con cuerpo de virgen pero mentalidad de puta”(El marqués de Sade)

En estos días he oído que el ministerio del interior tiene interés en prohibir la prostitución callejera, esa que se concentra en determinadas carreteras periféricas de las ciudades.
Precisamente hace unos días fui a comer con unos amigos y cuando regresamos de la agradable velada pasamos por una de esas “carreteras” en nuestra ciudad. Eran tan solo las seis de la tarde pero ya había putas ofreciéndose visiblemente; un espectáculo poco edificante pero que se corresponde con una realidad que no gusta ver.
Si la prostitución debe ser legalizada o prohibida es un tema sobre el que soy incapaz de tomar postura; entiendo los argumentos a favor de la legalización y prohibir nunca es una solución pero igualmente la prostitución no deja de parecerme una forma de esclavitud y de sometimiento.
Lo que tengo claro es que de ningún modo pondría el foco de atención en la prostituta y si en el cliente que usa sus servicios; en mi idea del sexo como encuentro de personas libres no puede entrar el sexo pagado.
La prostituta, al alquilar su sexo por dinero se trasforma en un objeto para el comprador, pues ya no hay dos voluntades, solo una. No se trata de dar y recibir placer, tan solo de usar el “objeto” para obtener un placer egoísta y frío.
Siempre en mi vida trato de no juzgar a nadie conforme a mis juicios morales, pues estos juicios solo pueden ser aplicados a un único ser: yo mismo. No pretendo que mi moral se extienda más allá con lo cual, si alguien se va de putas, es su problema y no seré yo quien juzgue su acción.
Tengo amigos que abiertamente me han confesado que se han ido de putas y han quedado muy satisfechos, y por eso nuestra amistad  no ha cambiado. Yo conforme a mi pensamiento actual no podría hacerlo ya que inmediatamente después del orgasmo el tribunal de mi conciencia me condenaría a los remordimientos;  un pírrico placer no merece tan alta traición.
Pero por encima de disquisiciones morales me parece curioso que una prostituta es menos prostituta conforme cobre más por sus servicios y sea más elegante. Las putas de lujo ni tan siquiera se llaman putas sino “escorts”, mientras a las que yo vi en la carretera se las califica sin miramientos de “putas baratas” y “rameras”.
Esta claro que si una modelo que se vende por un dineral y te recibe en un piso de lujo en el centro de una gran capital no molesta a los “puritanos ojos” de la sociedad, mientras que las putas perdidas en las carreteras radiales, medio desnudas aun en los día de más crudo invierno y que se venden por unos poco euros ofende gravemente esa hipócrita moral. Si robas diez euros eres un ladrón, si robas 1000 millones eres un banquero y te darán una indemnización.
No condenamos a las putas por el ejercicio de la “profesión más vieja del mundo”, sino porque nos molestan, su visión descarnada nos enseña que detrás de las luces de esta brillante sociedad de placer y diversión se esconden sombras donde hay mucha miseria, mucho sufrimiento y mucha mierda.
El ministerio del interior pretende eliminar la prostitución callejera, pero por más que legisle al respecto es imposible que lo logre. Mañana podría reunirse este parlamento de pandereta lleno de lameculos que no han trabajado en su vida y decidir que el cielo es verde y no azul; los medios de comunicación lo repetirían y los tertulianos comentarían admirados el verde esplendoroso del cielo. Conservo la esperanza de que una minoría aún podríamos tener el criterio de ver el cielo azul, es decir de ver la realidad que los demás han renunciado a ver por comodidad o ignorancia.
No es el ministerio del interior el que puede terminar con la prostitución, en todo caso seria labor del ministerio de educación; enseñando que el ser humano es sagrado y que su sexualidad como el resto de su persona ni se compra ni se vende, se da gratis a cambio de compartir, una especie de trueque de placer.
El día en que nadie vendiera sexo por dinero ni nadie lo comprara, el hombre habría avanzado significativamente en el respeto que se tiene a si mismo y a su libertad.
Invitaría a cualquiera que sienta un mínimo interés por el tema a visitar los foros donde los “usuarios” cuentan sus experiencias y hacen sus recomendaciones. Hay se verá como se despersonaliza de tal modo la sexualidad que las putas pasan a ser simples objetos sobre los que se pueden hacer los más burdos comentarios.
Trascribo uno que me parece el modelo del todo general y que dentro de lo grosero es de lo mejorcito respecto a vocabulario y donde cuenta una “aventura”:
Resumen de la experiencia:
Paso por XXXX con ganas de follar ya que clubs hace meses que no voy.... veo una nueva lumi, paro y veo sabe hablar poco español me costo entender 20 euros el completo
la subo y empeze a preguntar de donde era y su nombre( en ningun momento se puso borde) solo me decia vamos a follar tocandome el rabo y poniendo cachondisimo. Al lio se quita el sujetador tetazas tenia, me la empezo a comer con goma muy bien dejando baba no estaba mal , al rato varias posturas y joder que putada follarla a 4 patas con el culazo que tenia no tenia sitio en el coche, luego la propuse por culo o acabar en sus tetas pero dijo que no lo hacia nada de eso por más dinero, pues nada acabando la faena bien, es novedad y no esta mal a si que aprovechar antes que este muy usada Un saludo

Esta es la realidad esa que como digo nadie quiere ver, pero a poco que se escarbe, queda completamente al descubierto.

1 comentario:

  1. Siempre interesante leerte S.Marqués de Sade..
    Un abrazo...


    http://semlicementetu.blogspot.de/2012/06/amigs-de-corazongracias.html#links

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