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viernes, 6 de mayo de 2011

Homenaje al Marqués de Sade.

“Si la manera en que he descrito el crimen os aflige y os hace gimotear, vuestra conversión no puede estar muy lejana, y he operado el cambio que deseaba en vos. Pero  si esta verdad os molesta, si os lleva a maldecir al autor...¡ Desafortunado de vos! ¡Os habéis reconocido y nunca cambiaréis!” ( El Marqués de Sade)





El 2 de junio de 1740 nació uno de los escritores más polémicos y a la vez más geniales de la historia de la literatura. Mientras muchos de los autores de éxito del siglo XVIII han caído en el más absoluto olvido, Sade  no solo no ha resurgido de sus cenizas, sino que impregna todo el actual mundo post-moderno.
 El “ Divino Marqués” fue condenado por desnudar sin piedad el alma humana y mostrar que tras lo “políticamente correcto” se puede esconder lo más monstruoso; qué  todo ser humano esconde un ángel y un demonio. La libertad radica en decidir el camino y tener el valor de admitir las consecuencias que nos depara el mismo.
En un mundo donde la “responsabilidad” equivale a represión, Sade muestra que la libertad, tanto para lo bueno como para lo malo, equivale a responsabilizarnos moralmente de nuestras acciones. Los monstruosos personajes del Marqués, asumen lo que son y actúan en consecuencia; son siempre coherentes conformando sus corruptos y peculiares sistemas.
Es  verdad que no todo el mundo puede, ni debe, leer al “ Divino Marqués”, pues no todo el mundo esta capacitado ni intelectual ni moralmente para ello.
Puede parecer elitista y esnob lo señalado anteriormente pero como es cierto, seria mezquino negarme a expresarlo;  leer a Sade  es un ejercicio peligroso si no se cuenta con herramientas intelectuales y morales capaces de asimilar su lectura.
Contrariamente a la opinión general, Sade no es un pornógrafo, si lo fuera lo aquí señalado seria pueril, su grandeza esta en desnudar el alma humana y mostrarnos la monstruosidad sistemáticamente racionalizada.
Siempre he creído que no hay nada menos erótico que una novela de Sade, pues al llevarnos a las más abyectas profundidades de la practica sexual nos provoca una sincera repulsión por ella.
El Marqués es un autor de minorías y una referencia de masas, pues sin conocimiento solo hay especulación arbitraria y la masa gusta de crear mitos de trazo grueso; Sade es complejo pues esta lleno de matices y contrastes. 
Yo animo a todo aquel que se sienta con fuerzas, animo y mente abierta a  leer calmadamente a Sade, en pequeñas dosis para poder sobrellevarlo. La más importantes obras de Sade están publicadas en al editorial “Tus Quets” en la colección la “Sonrisa Vertical” . La última obra sadiana que han publicado hace poco es: “Juliette o las prosperidades del vicio”.  Un volumen de casi 1000 paginas que sirve de ejemplo de todo lo que he señalado.
En mi modesta opinión su obra cumbre son “Las 120 jornadas de Sodoma”(título este blog) obra inacabada escrita mientras estaba recluido en la Bastilla y perdida durante más de siglo y medio. En ella descubrimos al hombre que el hombre trata de ignorar; el hombre totalmente libre de si mismo.  
Sirvan estas líneas de homenaje a un ser condenado socialmente por ser libre y que pago un alto precio por ello: más de media vida en la cárcel. 

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