“Donde no hay intimidad ,
no existe sexo refinado” (Marqués de Sade)
Hoy en el campo sexual
tenemos a nuestro alcance medios que hace algunos años ni tan
siquiera era posible soñarlos, pero aun así, siempre hubo gente
refinada dispuesta a hacer del sexo no un medio, sino un fin.
Es una pena que una gran
mayoría de personas no haya descubierto el sexo de verdad sin
superar la mediocridad del “mete y saca” y algo de sexo oral.
Es por eso que el sexo tal
cual lo considero yo va indisolublemente ligado a la idea de
cortesía, elegancia y placer.
La cortesía en el sentido
de el cariño y la amabilidad a la hora de tratar al otro, de
considerar siempre que hay más que un simple cuerpo a utilizar. No
se trata de tomar el té entre “acto y acto” pero si de disfrutar
del otro en todos los sentidos. Hay veces que los “insultos”
entran dentro del morbo del momento, o en otras practicas otros
elementos nada “corteses”, pero aun en esas practicas, hay gran
espacio para lo “educadamente bien hecho”. La cortesía incluye cosas
como la higiene, la suavidad, la pulcritud...etc; cosas que se dan
por supuestas pero que nos pueden llevar a desagradables sorpresas.
Mientras, por elegancia en
el sexo conceptúo la unión de la imaginación, la sorpresa y el
refinamiento. Por eso me parece tan acertada la frase del Divino
Marqués con la que abro el post, y es que con alguien con el que no
se tiene intimidad suficiente, es difícil tener sexo refinado y
elegante, capaz de procurarnos placer y sensaciones por encima de la
propia mecánica sexual.
Aquí entra todo el campo de
los “complementos sexuales”, todo lo relacionado con juguetes y
productos sexuales. Sigue pareciéndome una “delicatessen” muy
erótica el usar un pincel para pintar con “pintura” o “sirope”
, el cuerpo del otro, y retirarlo después con la sola ayuda de la
lengua...puede parecer algo “muy visto”, pero ejecutado con
delicadeza y morbo, puede llevarnos a las más altas cotas de
sensualidad.
Nunca la imaginación debe
detenerse a la hora de pensar en practicas refinadas más allá de
las propias del acto.
Mi última idea, que aún no
he practicado y que intentaré poder hacer realidad cuando las
circunstancias me lo permitan, es usar el cuerpo desnudo de mi
acompañante como “papel” y escribir con pluma y tintero sobre
él. ( En el mercado erótico existen productos para este fin).
¿No resulta refinado,
elegante y erótico sentir en la piel el cosquilleo de una pluma al
deslizarse en la formación de las palabras?.
Como esta idea hay miles que
todos podemos disfrutar a poco que encontremos un compañero/a de
intimidad y no nos encasillemos en “lo de siempre”.
El enemigo de lo elegante,
es lo vulgar y sin imaginación corremos el riesgo de que el sexo se
convierta en algo mecánico que termine vulgarizándose.
Me parece fantástico que
algunas parejas decidan probar todas las posturas del Kama-Sutra,
pero desgraciadamente es muy raro que concedan la importancia
necesaria a todo el preliminar antes del coito. Pienso que el
refinamiento en el sexo no está en las posturas del coito, sino en
el morbo y excitación que somos capaces de crear antes del mismo; y
es en los juegos, en la lencería, incluso en el entorno, donde
infinitamente podemos desarrollar nuestra imaginación. (Incluso
nacen nuevos nichos de negocio, como vi hace unos días en Madrid
donde se había creado una peluquería de pubis)
Por último y unido
intrínsecamente con la “cortesía” en el sexo esta el del placer
que nos reporta su practica. No solo es un falta de educación dejar
al otro “a dos velas” sino que es imperdonable. Hablo de placer,
pues actualmente vivimos un sexo obsesionado con el orgasmo, y si
bien esta muy bien disfrutarlo, creo que es un error ponerlo como la
piedra angular de todo. Podemos tener un sexo fantástico sin
orgasmo, y un sexo mediocre con él.
El ejemplo sería el hombre
que penetra a una mujer sin ningún preliminar y en tres minutos se
corre; llega al orgasmo, pero desde mi punto de vista no ha llegado
ni a tener sexo.
Obsesionemonos con el
placer, con las sensaciones, con el disfrutar de nuestro cuerpo y
con el del otro, con que el sexo es una forma de expresar infinitud
de sensaciones y cosas, y no una simple búsqueda orgásmica.
Solo con estas premisas
podremos entender lo que es la cortesía en el sexo y disfrutar de lo
que señala Sade como “sexo refinado”.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarjajja, Vaya gracias, se hace lo que se puede aunque los resultados no siempre son los óptimos. ;P
EliminarComparto plenamente lo que señalas pues aunque seamos una minoría, es la esencia misma del sexo lo que defendemos. Bss
Leerte en sí es ya un placer,Marqués, no llego al orgasmo pero si disfruto, ;)
ResponderEliminarDe acuerdo cien por cien. La imaginación y los preliminares aseguran un coito en condiciones. A mi me gusta que mi amante adivine o sepa por su cuenta mis puntos eróticos jejeje y no tener que decirle yo por donde tiene que ir. Y para eso se necesita conocerse bien.
Besos.
Disfrutar ya es mucho así que quedo más que alagado.;)
EliminarEsta bien que el otro adivine lo que al otro le gusta, pero yo personalmente aunque no todo, si me gusta que, de salida, ya me señalen las teclas correctas a tocar,que cada persona es un mundo y la clarividencia algo escaso. Bss
Mira que me joden las capchas eh!
ResponderEliminarNo podias sacarlas,por favor?
Petición aceptada, creo que las he quitado, ya me dirás.
ResponderEliminarCreo que este articulo cuenta el gran drama que atenazó a muchas personas sobre todo en generaciones anteriores.
ResponderEliminarLas prohibiciones, vetos y educaciones estrechas quemaron la vida de muchos.
Un saludo y me pongo su enlace para leerle mas a menudo
Estoy absolutamente de acuerdo y me encanta "la cortesía en el sexo"!!!
ResponderEliminarBesos corteses!