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miércoles, 9 de mayo de 2012

Manual de Seducción

“Si deseas conquistar con ardiente intensidad a una mujer posiblemente la conquistarás, y sino esa, una muy parecida” (H. Soto)


Hace algún tiempo se me ocurrió poner en el buscador: “manual de seducción”, y me quedé atónito de lo que encontré; desde post de blogs a auténticos manuales en PDF.
Leí algunos y me han dado que pensar lo suficiente como para entender que el tema del ligue  no solo preocupa, también ocupa.
Yo que disto mucho de ser hábil en estos menesteres veo que el camino que toman la mayoría de estos manuales es muy parecido al de los antiguos “casuistas” en temas de moral, es decir, dedicarse a analizar acciones y reacciones concretas. Si A hace X, B debe de hacer Y; pero en temas de conducta humana, el que un alto porcentaje de reacciones "Y" hayan funcionado en el pasado no aseguran éxito en el futuro.
El tema de ligue, aunque pueda parecer trivial es de una complejidad superlativa y aunque no hay dudas de que hay unos “principios generales” concretarlos creo que es un error, no hay dos situaciones iguales como no hay dos chicas o chicos iguales.
Que a alguien le funcione el modo “dulzor” o el modo “macarra” no significa que a otro esta táctica le vaya a funcionar.
Antes quizás las cosas eran más simples pues los roles en la seducción estaban más definidos, pero ahora igual que puedes estar ante una chica “clásica” , puedes estar ante una “alternativa” o una “moderna” y todas ellas con infinidad de matices.
En el otro lado vemos que también las viejas “reglas no escritas” han desaparecido lo que aumenta la competencia, pues ya todo vale y los demás “seductores” han pasado a ser enemigos y no como antes, posibles colaboradores.
En esta sociedad nos hemos hecho tan egoístas que no vemos que incluso hay veces que no entendemos que “el éxito del otro” propicia nuestro propio éxito.
En todo caso tampoco hay que conceder una excesiva importancia a este asunto pues el “juego de la seducción” no deja de ser un juego y el disfrute de los lances no es desdeñable sea el resultado final positivo o negativo.
Una regla de oro es que para ligar hay que arriesgar; quien se queda en la barra con un Gin tonic y cara de aburrido por mucho que se estudie todos los manuales del mundo se quedará a dos velas. Decía Napoleón: “Quién se queda en las trincheras lleva las de perder”. Una verdad militar muy a propósito de nuestro tema.
Es preferible que de diez intentos tengamos 10 fracasos que no tengamos ningún fracaso por no haberlo intentado ni una sola vez; siempre hay una oportunidad para quien sabe buscarla.
Yo solo me atrevo a dar tres ideas generales a modo de principios sobre los que pienso que se puede construir una sólida táctica de ligue adaptada a cada cual.

  1. Confianza en uno mismo
  2. decisión y naturalidad
  3. Tener continencia ( no mostrarse ansiado)

Vivimos en una sociedad en la que pretendemos que todo nos lo den hecho, pero si de verdad queremos un “manual” solo hay una forma de lograrlo: escribiéndolo nosotros mismos y ensayando el viejo método de “acierto y error”
Esos que vemos como prototipos de seductor, capaces de camelarse a la chica que quieran sin conocerla anteriormente de nada, no han nacido “sabidos”; aunque tengan capacidades naturales, la experiencia y el aprendizaje les han permitido llegar a donde querían llegar.
Habrá hombres que les vaya más un estilo “agresivo”, otros optaran por estilos más “timoratos”, pero no hay táctica mala si se ejecuta con pericia y decisión evaluando convenientemente el “campo de juego”
Un tema al que concedo mucha importancia y me gustaría profundizar en su estudio seria el del leguaje corporal...¡nos da tanta información de la otra persona!. Con una nociones mínimas en este ámbito se puede saber mucho mejor el campo que se pisa.
La postura, las piernas, los gestos de las manos, la distancia... son elementos que si sabemos interpretarlos correctamente nos dará a conocer un montón de cosas respecto a la otra persona.
Eso si, no nos engañemos, hay muchas veces que los gestos “buenos y malos” se suceden para sumirnos en una mayor confusión.
A mi me gusta después de un encuentro analizar este tipo de lenguaje y por encima de los diálogos, frases o acciones ves si en este campo la cosa funciona o no; si ves que la chica llegado el momento ha realizado una sucesión de “gestos barrera” debes entender que es mejor nadar y guardar la ropa.
Gestos como cruzar los brazos, interponer entre uno y otro objetos (carteras, bolsos, paraguas) son inconscientes signos de que hay muchas posibilidades de estar tanteando un terreno sino hostil, si agreste.  Yo personalmente si no veo una positividad gestual,  por mucho que me guste la chica, prefiero no lanzar las naves a la tormenta; quizás en el próximo encuentro, si lo hay, ocurra lo contrario. No hace mucho me pasó en un encuentro, en él se continuaron uno tras otro los “gestos barrera” y aunque “a priorí” me había propuesto un ataque frontal y decidido, me adapte a las circunstancias y no hice nada; no siempre sucede lo que deseamos y una cosa es ser valientes y decididos y otra muy distinta ir hacia un fracaso seguro.
Como  estoy comentando en este post, la lectura de los señalados “manuales” está bien si se hace como ejercicio de curiosidad y orientación, pues no hay “varitas mágicas” que nos trasformen en un Valmont o un 007 al instante. La verdadera capacidad de ligue esta en el interior de cada uno y solo uno mismo está capacitado  para desarrollar este aspecto de su conducta.
Igual que no existe la “mujer y el hombre perfectos”, tampoco existe el seductor perfecto, aunque algunos es verdad que se aproximan mucho.

5 comentarios:

  1. Interesante entrada, tomo nota de lo sugerido.

    Por cierto que sea M. Valmont no quiere decir que sea un Valmont.... :).. ¿o si? .. jaja

    Saludos cordiales

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    1. jjajaja. eso ya queda a vuestro arbitrio, pero desde luego Valmont es el prototipo de seductor; y "Las Amistades Peligrosas" un verdadero manual en ese sentido. La idea del "amigo-enamorado" declarado bien usada aún hoy puede dar resultados, aunque es para autenticos maestros. Un saludo Monsieur Valmont, de un marqués un poco sádico. :)

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  2. Muy interesante!

    Saludos azules desde mi playa que lo espera...

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  3. Unas reflexiones acertadas, estoy totalmente de acuerdo contigo.

    Un beso!

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  4. Esta claro, "Hombre cobarde nunca consigue mujer bonita"

    Saludos..

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