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lunes, 2 de abril de 2012

La Venus de las Pieles

“Que la mujer, tal y como la ha creado la naturaleza y como se relaciona en el presente con el hombre, es un enemigo, y sólo puede ser su esclava o su déspota, pero nunca su compañera. Sólo podrá ser esto último cuando goce de los mismos derechos, cuando haya igualdad en la formación y en el trabajo” (La Venus de las pieles-Leopold von Sacher-Masoch)


Debo reconocer que antes de leer “La Venus de las pieles” solo comprendía la mitad de las ideas, sentimientos y filosofía que se esconde tras la palabra bifronte que damos en concretar en “sadomasoquismo”
Hace muchos años que descubrí al marqués de Sade y con él, todo lo relacionado con el “sadismo”; pero solo hace unas horas he descubierto a Leopold von Sacher-Masoch y lo que hay detrás del “masoquismo”.
Siempre he considerado que la juventud del espíritu esta en no asustarse a la hora de descubrir cosas e ideas nuevas; cuando uno pierde la ilusión del descubrimiento, de la sorpresa, del asombro, sin duda camina hacia la vejez del alma.
El relato que hoy preside este post, como las buenas narraciones, una vez leído necesita un tiempo para ser reposado y para emprender una necesaria segunda lectura.
Es curioso que mientras Sade nos muestra hasta la obscenidad el sexo, la pornografía y un atroz materialismo, en esta obra no hay más que un sutil erotismo muy oculto y nada explícito; el principal interés del autor esta en desnudar el alma de los protagonistas y buscar la verdad sobre el motor del mundo: “el amor” .
La cita del libro que he seleccionado para abrir este cometario muestra muy claro como este hombre del sXIX, fue un avanzado a su tiempo respecto a sus ideas.
Todos en el fondo de nuestro alma tenemos un lado de esclavo y un lado déspota, seamos hombres o mujeres, la esencia esta en saber, en libertad, cual es el personal camino que nos puede llevar a la plenitud y satisfacción, tanto sexual como sentimental.
Ahora puedo entender con claridad las relaciones de sumisión-dominación y por eso, también puedo comprender mejor las relaciones de igualdad o de “compañerismo”
Desde lo más profundo del ser, vemos que no hay que buscar a la mujer (u hombre) en sentido singular sino en realidad encontrar a esa nueva  “mujer moderna”(u “hombre moderno”); un ser que comparta en plano de igualdad la plenitud sexual, sentimental y moral de una relación.
Por desgracia, no veo en este mundo “personas modernas”, solo hipócritas imposturas que esconden viejos usos, viejos clichés, viejas conductas...
Nuestra sociedad nos vende la búsqueda de un “amor” ideal que por fantástico es imposible; un sexo sublime que nos lleva a un mínimo de cinco orgasmos simultáneos al día, y que en realidad, para una amplia mayoría, no pasa de un polvo mediocre los sábados por la noche...¿es esto modernidad?
Simplemente hemos pintado las viejas relaciones desiguales con un barniz de modernidad, pero con rascar un poco vemos los mismos prejuicios de siempre; lo roles masculinos y femeninos siguen ordenándolo todo.
Si yo en una relación asumo algún rol femenino y ella algún rol masculino lo único que estamos demostrando es que, libres de prejuicios,  somos “dos seres iguales” con necesidades, deseos y pensamientos; personas que libres de prejuicios buscan la complicidad y felicidad común.
Quién busca una novia o un novio en el lenguaje antiguo busca un esclavo o una déspota; para encontrar un “compañero” hay que buscar un amigo, un amante y un confidente.
De todas formas estoy agradecido por vivir en una época en la que es posible encontrar personas del sexo opuesto educadas como yo, y con iguales principios y valores; en los tiempos de Masoch esa mujer era simple creación teórica,  hoy aunque escasas, viven junto a nosotros y pueden ser encontradas.
Siento pena por los hombres que aún se aferran a los viejos postulados  y por las mujeres que los aceptan como principios inmutables; la insatisfacción y el fracaso de muchas relaciones esta en no saber lo que se busca, y encontrar como consecuencia “cualquier cosa”.
Las relaciones de igualdad y las S/d comparten la esencia misma que hay en la naturaleza humana, aunque cada una se desarrolla en un sentido diferente una idea parecida de “amor”.
Pido perdón si este post ha resultado algo confuso, pero un  torbellino de emociones e ideas se agolpa en mi mente tras esta lectura maravillosa.
Tan solo me queda mostrar público agradecimiento a la buena amiga que me recomendó esta deliciosa lectura, vivo ejemplo de la mujer moderna que tanto he reivindicado en estas líneas.

1 comentario:

  1. ...para encontrar un “compañero” hay que buscar un amigo, un amante y un confidente.


    Me gusta eso, es lo que en verdad deberíamos buscar...una reseña sumamente interesante, lo que pasa es que hay un mundo que suele caer en los extremos y no sabemos valorar la apertura en una relación, sin tabúes ni temores.

    Buscaré el libro, un beso y feliz semana, Marqués :)

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