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martes, 12 de julio de 2011

Sexo y revolución

“Ejerced, por el contrario, procedimientos diferentes, imponed sobre esos objetos de la lujuria pública las ridículas trabas antiguamente inventadas por la tiranía ministerial y por la lubricidad de nuestros sardanápalos: el hombre, que pronto se volverá tan agriado como su gobierno, celoso del despotismo que os verá ejercer de manera absoluta, se sacudirá el yugo que le imponéis y cansado de vuestro modo de gobernarlo, lo cambiará, como acaba de hacerlo.” (Franceses, un esfuerzo más si queréis ser republicanos-El marqués de Sade)


Cada vez creo más que el sexo, si no mueve el mundo, si mueve una gran parte del mismo. La satisfacción sexual es un anhelo eterno, pues inmediatamente después del orgasmo y pasado el “reposo del placer” los deseos empiezan a inflamar nuevamente el alma y recuperadas la ganas, todo comienza de nuevo.
Desde la masturbación, pasando por la prostitución el ser humano encuentra infinitos caminos a la hora de satisfacer ese volcán interior de deseos que le inunda.
Coincido en señalar que un hombre satisfecho sexualmente es con independencia de otras facetas de su vida un hombre satisfecho y con ello “socialmente” poco peligroso.
Si estoy satisfecho no tengo razones para tratar de cambiar, pues estoy donde quiero estar.
En nuestra sociedad hemos vivido un tiempo de amplia satisfacción sexual, donde rotos los viejos corsés y miedos, se ha permitido aparentemente su pleno disfrute. Pero la libertad sin educación degenera en pueriles simplicidades; a los políticos les ha interesado que follemos, pero no que pensemos, y follar sin pensar es tan prosaico que hasta los perros nos llevan ventaja en estas lides.
Si un humano “bien follado” es normalmente un ciudadano tranquilo y cumplidor de las leyes, un insatisfecho es por naturaleza un revolucionario. Las pulsiones sexuales pueden no volcarse en el sexo, y aunque desconozco los caminos que llevan a ello, pueden terminar satisfechas en otros ámbitos vitales que nada tienen que ver con su primitiva creación.
Ejemplos de personajes históricos hay muchos pero el más paradigmático es el de Maximiliano Robespierre; fue lider de una revolución que pretendía alcanzar la libertad, y no vacilo en aplicar la guillotina de forma sistemática para el sostenimiento de unos ideales que en los medios, estaba traicionando. Un casto varón que en el fondo era un reprimido sexual y que decidió en su estrecha y puritana moral que todos debían seguir su ejemplo. Es curioso, pero los años del Terror 1793-94 si los comparamos con los del “ancien regime” son infinitamente mucho más represores en lo sexual. La libertad política llevó a la represión sexual mientras la tiranía permitía una amplia libertad sexual “bajo cuerda”
El marqués de Sade fue encarcelado no por sus practicas sexuales, más o menos comunes en su época, sino por la indiscreción de hacerlas públicas. En una tiranía la hipocresía es consustancial, se admite todo sin más molestias, salvo que trascienda al público.
Es la vieja Europa consideramos excesivo el puritanismo sexual que aplican en EEUU a sus políticos; pero sin caer en la hipocresía americana hay un sustrato de verdad en considerar importante la vida sexual de los políticos, pues el sexo, es parte de la persona. No se trata de esconder a la opinión pública si un político participa en orgías, se trata de que la sociedad, informada de ello, no le juzgue hipócritamente.
Si en el futuro aparecen cambios políticos y conatos de revolución, se podrá constatar la verdad de lo que digo. Actualmente nuestros políticos son muy prosaicos en lo sexual, normalmente casados con pareja estable y familia; en un panorama de cambio este elemento será la excepción. Yo diría que si bien la revolución devora a sus hijos, también es su amante y por eso, hay caminos diversos que también conducen al placer.
Debemos buscar vivir en una sociedad equilibrada en sexo y de pensamiento, un mundo donde cada cual pueda usar su libertad como más le plazca con el único límite del respeto a los demás.

5 comentarios:

  1. Mi querido Marqués, acabas de describir el humano perfecto, osea, aún la utopía por parte de muchos que deseamos llevar a cabo tal mision. Que se equilibren las fuerzas , que la mente sea la paz que regule los ciclos vitales. Que el sexo sea el motor del mundo, que se muera la política corrupta....uffffff, ésto es el nirvana de un placer inigualable.
    No luchas solo, estoy con Vos.
    Mi saludo, y por supuesto, mi reverencia y respetos por éste gran blog.

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  2. Deberia quitarme el sombrero, pero no uso!
    que maravillosa forma de describir lo que es el sexo,las ideologias,la politiqueria (diferente de la politica)...
    Es cierto que muchos gobiernos, el nuestro es un ejemplo, bastardean el sexo para que la gente no piense!!!
    Se multiplican las mujeres desnudas, la oferta parece inagotable...aunque solo sea una feroz estrategia!
    Y los hombres en lugar de pensar y accionar, se endurecen y deben hacer algo con sus penes erectos...que consumen sus neuronas.
    A veces es necesario SUBLIMAR...o sea, derivar algo de la pulsion sexual hacia otra parte...que puede ser formas de pensamiento, el trabajo, el arte!
    Si todo el cerebro esta repleto de semen, la sublimacion es imposible(vale para la mujer aunque no sea semen y sea flujo).
    bueno, mi estimadisimo...que grato vuestro blog!
    Un placer pasear por aqui y deleitarme con vuestra sabiduria.
    muchos besos!

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  3. Creo que nunca había visto una descripción tan respetuosa del sexo frente a la moralidad del ser humano. Un texto admirable y escrito con genialidad. Beijinhos.

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  4. Muchas gracias por vuestros amables comentarios.Me gusta escribir lo que pienso y como lo pienso.

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