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domingo, 12 de junio de 2011

La erótica del poder


El que me fornicaba y al que te he hecho chupar está en la misma situación –me dice el ministro- es un decidido criminal: ya lo he salvado seis veces de la rueda.¿ Has visto cómo me ha jodido, y el hermoso miembro de que está provisto? (Juliette-El marqués de Sade)


En estos días en los que se están constituyendo los ayuntamientos y eligiendo los alcaldes he disfrutado de la visión de muy hermosas concejalas, lo que una vez más, me ha llevado a profundas reflexiones sexuales.
Quien piense que la virtud es la cualidad indispensable para la política puede ir pidiendo un pasaje a “utopía”, como la antigua aristocracia o el patriciado romano detrás de las cortinas de la hipocresía, el poder es sexualmente muy activo.
Un mujer o un hombre si saben ser seductores y encamarse con quien deben, tendrán una provechosa carrera política. Ser la “amante de” o la “pareja de” hacen que de la postura horizontal de pasé a la vertical; el deseo y el placer conducen también al poder.
El poderoso ama el nepotismo mientras pueda disfrutar y satisfacer sus necesidades y después, las satisfará con otro.
No se muy bien la razón, pero ser poderoso y tener dinero hace al más gañan de los hombres un seductor nato, mientras que un desgraciado que no tiene donde caerse muerto, con idénticas cualidades, no pasa de ser un pintamonas.
Si ahora el ex presidente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss está donde está, es por ser un absoluto sátiro y obseso; si hubiera sido un simple mileirista, hace años que ya estaría en la “sombra”. (Seguramente además saldrá absuelto)
Hoy hablo de poder y no de dinero pues aún teniendo nexos comunes, no son la misma cosa, si hablamos de poder en sentido limitado claro está; el poder absoluto hace absolutamente irresistible a quien lo pose, bien por lo civil o bien por lo criminal.
En las principales novelas del Divino Marqués lo libertinos son siempre nobles o gentes que tienen poder, pues gracias a ello, son impunes ante los constantes crímenes que cometen. Sade era el chivo expiatorio que sirvió de ejemplo a la sociedad hipócrita que le condenó, no por sus acciones, si no por no saber ocultarlas.
El poder es más que erótico es sexual, incluso por si mismo; en la historia hay muchos ejemplos de políticos y dirigentes completamente célibes pero completamente poseídos por el deseo...el deseo de poder.
Entiendo perfectamente todo lo relacionado con la sumisión pues en el acto de mandar y obedecer hay poder, y cualquier poder cuanto más absoluto sea, más placer provoca; esa es la naturaleza humana. Como he escrito, en este mundo los hombres se dividen en dos clases: los lobos y las ovejas y unos sirven a los otros.
Un simple concejal, hoy es lago más atractivo que ayer, y si fuera nombrado ministro... seria todo un Adonis.
El poder y el sexo llegan a unirse de tal manera, a relacionarse tan íntimamente que es difícil no dejar correr la imaginación hacia las orgías al estilo “Eyes wite shut”.
Cuanto más poder se tiene más facilidades hay de disfrutar de los placeres más refinados, los que estamos en la base de la pirámide solo podemos llegar a vislumbrarlo, pero... “haberlo haílo”.
En cualquier caso, la felicidad y la satisfacción están en la conformidad con lo que se tiene, y por fortuna, los orgasmos del más rico y poderoso de los hombres seguramente no sean tan intensos como míos o como los del lector de estas líneas; la imaginación es patrimonio de todos mientras que el órgano sexual más poderoso es la mente. Pero veo mejor que el poder venga del pueblo que de la verga o la vagina; aunque Sasha Grey seguramente sería mejor alcaldesa que el impresentable borrico que ha tomado posesión como alcalde de mi ciudad.

5 comentarios:

  1. Me gusta tu blog. Me encanta El Marqués de Sade. Besos.

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  2. El poder es tan atrayente...en mi caso el poder de dominación de mi Amo, ese es el que me atrae y con el que sueño.
    Y estoy deacuerdo que el poder es proporcional al acceso a determinados placeres, pero es eso, placer por poder, y el sentir donde queda? pues eso lo sabemos los pobres.

    Besos de esta princesita con el poder que me dejan, jaja.

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  3. Buenísima entrada!
    Has descrito de la forma más cruda y real la conjunción entre poderío, autoridad y sexo, sumisión.
    Le mezcla de éstos da como resultado una coyuntura orgásmica per se ante la cual pocos se resisten.
    Mis saludos :)

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  4. Desequilibrar la balanza de Poder durante el intercambio sexual es una característica evidente en las relaciones D/s.

    Pero, ¿acaso están exentas de ello el resto de las relaciones?

    Apuntaría a que una de las razones en las que reside ese inusual atractivo que rodea al hombre poderoso es la búsqueda inconsciente del Intercambio Erótico de Poder por parte de sus conquistas. Búsqueda cuyas raíces se hunden en la noche de los tiempos, asociada entre otras muchas cosas a la búsqueda del macho alfa.

    Un buen post que invita a la reflexión.

    Mis saludos.

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  5. Estoy de acuerdo contigo en que el órgano sexual más potente es la mente, especialmente en una mujer.
    Buena reflexión. ;)

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